EL ROBLE


Llega un dolor a mi pecho,
un dolor que me atormenta,
no lo produce la carne,
solamente la madera.
La verde sangre que corre
entre las dunas de piedra.

Si acabáis con los que os sirven
y defienden las cosechas,
si no sentís el dolor,
ese dolor que atormenta,
ni corre la sangre verde
por las dunas de tus venas,
si vuestra alma de piedra
no se convierte en madera.

Quizás lloraréis en la noche
en la que el último roble muera.

                                                              

                                 
                                        

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